EL BLOG DEL CINE QUE QUEREMOS VER Y HACER


miércoles, 12 de mayo de 2010

LA IDENTIDAD NACIONAL EN EL CINE

Últimamente me paso encontrando con productores, cineastas o profesores de cine que afirman que lo más importante, y el único interés que puede provocar el cine chileno, es que grafique nuestra "identidad nacional". Esas terribles injusticias sociales, las realidades que hay que dar a conocer, personajes incógnitos de chile que merecen una historia. Claro que todo esto es importante, pero me suena más a una función periodística, incluso de documental. ¿Es en verdad la función primordial del cine?

Yo creo que el cine chileno lleva haciendo esto por más de cincuenta años, ¿y a dónde lo lleva? No muy lejos, a parte un par de intereses por parte de Europa, claro. Los europeos dicen que lo único que les interesa es ver a "chile" en nuestro cine. Yo me sentiría ofendido, si el único valor que le dan al cine es satisfacer algún tipo de curiosidad cultural y necesidad de registro de esas misteriosas realidades tercermundistas que les son desconocidas.

Yo creo que el cine es mucho más que eso. El cine tiene que reflejarnos a nosotros mismos cómo seres humanos, emocionarnos y proporcionarle un breve significado a la vida. Todos éstos intelectuales que separan la emoción del intelecto son unos hipócritas porque en la vida van juntos. O quizás simplemente no los entiendo. La mayoría de los europeos y sus festivales parece que desde hace tiempo están muy por encima de las emociones, y lo único que les importa es el valor intelectual del cine.

La Nana es una buena película, pero ¿es porque nos vemos reflejados nosotros mismos cómo chilenos? Yo creo que es más porque tiene un buen guión que nos entrega una experiencia emocional significativa y satisfactoria de principio a fin. Una de las pocas películas chilenas que deja lo "anecdótico".

Mamet dice que el cine en hollywood es un pozo de banalidad depravada, pues aquí, los que copian de mala manera al cine europeo "de autor" vendrían a generar un pozo de banalidad anecdótica.

Por eso a la gente no le gusta el cine chileno y está aburrida de el. Yo creo que no debemos seguir haciendo exactamente lo mismo que hemos venido haciendo por años concentrándonos en retratar una "identidad nacional".

La gente quiere emoción, sabe muy bien cuando lo que está viendo es banal. Alguien está con el corazón destrozado de amor todos los días. Hay seres humanos arrebatándole la vida unos a otros por razones aberrantes todos los días. Hay guerras terribles en diversas partes del mundo. Así que por favor, no sigamos haciendo películas que retraten nuestra "identidad nacional", Hay otros medios para esto que no exigen sentar a un montón de personas y aburrirlas a muerte en una pantalla gigante y que además requiera el esfuerzo y trabajo de tantos profesionales. Cómo dice Robert McKee, juntemos la emoción con el significado en las películas, contemos grandes historias, historias terribles, cómo las de grandes directores como Clint Eastwood, Christopher Nolan o Juan José Campanella, historias emocionantes donde nos veamos reflejados no cómo país si no cómo seres humanos y vibremos al pensar: la vida es así de terrible y hermosa, pero jamás tendrá un significado tan completo y satisfactorio cómo el que me acaba de entregar ésta película.

Por Alejandro

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