EL BLOG DEL CINE QUE QUEREMOS VER Y HACER


miércoles, 7 de julio de 2010

TERMINÓ FULL METAL ALCHEMIST. Y nos dejó su corazón de acero.

No lograba decidirme si comenzar a comentar en el blog los animes y mangas que me gustan, pero acabo de leer el final del manga Fullmetal Alchemist de Hiromu Arakawa, y esto hizo que me decidiera.
Fullmetal Alchemist transcurre en un mundo fantástico donde la autora toma el concepto histórico de los alquimistas, la piedra filosofal y elementos del sub-género steampunk, y crea un universo que resulta en una interesante metáfora del mundo real, donde se ven reflejados con creatividad y fantasía diversos problemas sociales de este mundo. El poder bélico y alquímico del racionalismo científico de Amestris, se confronta con la religiosidad de Ishibal y el misticismo del reino de Xing. El tema de la fe contra la ciencia y el racionalismo, es un tema recurrente en la serie.
La historia trata de dos hermanos, Alphonse y Edward Elric, que siendo niños pequeños pierden a su madre. Utilizando los libros de alquimia que el padre que los abandonó había dejado atrás, aprenden esta ciencia e intentan una de las cosas que los alquimistas tienen terminantemente prohibido: traer de regreso a los muertos.

Hace
n la transmutación y todo sale horriblemente mal. El menor de los dos hermanos es absorbido por el círculo de transmutación y el mayor pierde una de sus piernas. Además, en lugar de su madre, surge un engendro con aspecto vagamente humano, que muere después de unos instantes. El hermano mayor, Edward, utiliza su propia sangre y sacrifica su brazo para traer de regreso el alma de su hermano y la encierra en una armadura. Éste es el poderoso incidente incitador de la serie. Ambos hermanos -uno habitando la armadura en lugar de su cuerpo y el otro con una prótesis metálica en su mano y pierna- inician un legendario viaje para obtener la piedra filosofal. Dicen que esta piedra es la única capaz de romper la “ley del intercambio equivalente” en la alquimia y, de esta manera, poder recuperar el cuerpo de uno, y el brazo y pierna del otro.

Esto nos conduce a una gran aventura llena de personajes entrañables, hermandad, sacrificio, espectaculares combates de alquimistas que transforman la materia, y momentos muy dramáticos cargados de una gran nostalgia.
Ambos hermanos son sancionados por haber intentado hacer una transmutación humana, pero rápidamente sientes empatía por ellos, porque sabes que lo hicieron por amor a su madre.

Un universo lleno de alquimia, un malvado imperio oculto bajo máscaras de rectitud que debe ser detenido, y una gran carga dramática de personajes atormentados que luchan por su redención y esperanza, nos entregan un relato que aún tras haber terminado, me deja con una sensación de melancolía. Con ganas de seguir riendo con el chistoso Mayor Armstrong y el fanatismo que profesa por sus músculos. Seguir la ferviente creencia de que un sistema corrupto puede ser cambiado desde adentro por el coronel Roy Mustang, el alquimista de fuego. Y emocionarme con la lucha cargada de coraje de nuestro protagonista Edward Elric, el alquimista de acero, por recobrar el cuerpo de su hermano y enmendar sus errores con agallas sin límites y una sonrisa socarrona. Ésta historia tiene de todo, porque Hiromu Arakawa sabe que la variedad es un elemento fundamental en las historias que sentimos más cercanas, porque así es la vida, un transitar entre emociones diversas.

Como dato curioso, los padres de la autora trabajaban en una granja, y ella dice que allí aprendió que hay que trabajar duro para obtener algo a cambio, por lo que basándose en su propia experiencia formuló la ley del “intercambio equivalente” (para obtener algo, tienes que dar algo de igual valor a cambio), que rige la alquimia de la serie y también los valores que ella rescata en sus personajes.
Además, ella se dibuja a sí misma como una vaca con anteojos.

En cuanto a las adaptaciones a series de anime, hay dos de ellas y una película.

La primera serie, del 2004, dirigida por Seiji Mizushima, se titula Fullmetal Alchemist. Constó de 51 episodios y sólo la primera mitad fue adaptada desde el manga manga. La historia, a partir de la segunda mitad de la serie, fue inventada exclusivamente para esta adaptación. Esto se debe principalmente a que el manga no había terminado de publicarse en ese entonces. Además, la autora dijo que no quería que terminara de la misma forma.

A pesar de estos grandes cambios en el argumento, esta adaptación cuenta con muchos seguidores y ganó diversos premios y reconocimientos. Se trata de una historia más oscura, con más combates y más trágica que el manga original. A mí me gustó.
Algunos momentos parecen verdaderas tragedias griegas y son bastante conmovedores, pero dejó también algunos cabos sueltos y situaciones algo forzadas.
La película constituye un mayor cierre a la primera serie, por lo que no tiene nada que ver con el manga.

La segunda serie, dirigida por Yasuhiro Irie, es del 2009 y acaba de finalizar. Es una adaptación del manga completo, ésta vez fiel al argumento original. Una de las cosas que no me gustaron mucho de ella, aunque tenía una dirección bastante buena y un nivel de producción excelentes, fue que alteraron el diseño de personajes, y todos parecen niños de doce años. El trazo fuerte, duro y expresivo de Arakawa en el manga, es para mi uno de sus principales encantos.

El final del manga no lo encontré perfecto, pero con tantos personajes y líneas argumentales, y aún logrando mantener esa maravillosa nostalgia que rodea la historia, es muy bueno. Quizás me hubiera gustado algo más oscuro y más trágico, donde los personajes de verdad tuvieran que haber sacrificado todo para lograr salir airosos y enfrentarse a una decisión entre dos alternativas irreconciliables. Pero después de todo, ¿quién puede criticar la esperanza por el mañana que tanto y siempre se necesita?

Y si hay una palabra que defina este final, es esa: esperanza.

Los dejo con las últimas palabras de la autora, con las que concluyó la historia de Edward Elric, el Alquimista de Acero.
(llenas de errores de traducción posiblemente)
“Y la lección acompañada de dolor tendrá significado. Porque no obtendrás nada sin sacrificar algo a cambio. Pero cuando te superas a ti mismo, la gente obtendrá tu corazón de acero a cambio”.

Primer opening de Fullmetal Alchemist: Brotherhood, la segunda adaptación.
http://www.youtube.com/watch?v=dPB2Z1wd7WM&feature=related