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martes, 13 de julio de 2010

MARCELO, LA MAFIA Y LA ESTAFA: Historia de la Mafia, parte 16

Hicimos las últimas reuniones de equipo.
Había una escena que tenía más de 170 planos, con 21 personajes y que tomaría cerca de una semana de filmación. Pensamos que lo mejor sería explicársela al resto del equipo. Así que tomamos un montón de monitos de lego, los vestimos como los personajes y revisamos toda la escena viendo las acciones, los tiros de cámara y cualquier problema que se pudiera presentar para sonido, arte o fotografía.

Cada departamento estaba listo para filmar.
Arte había visitado todas las locaciones y tenía listos los elementos para decorar y la utilería.
Vestuario ya había hecho pruebas de vestuario a los actores y también había ido a la casa de los actores a vaciarles el guardarropa.
Fotografía ya tenía listo a su equipo, la cámara y cualquier artilugio que pudiera necesitarse. Además Andrés (el director de foto), había trabajado varios meses atrás en Isla 10 y se consiguió con Miguen Ioan Littin los filtros de cámara que necesitaríamos, lo que nos ahorró varias lucas.
Y sonido… sonido siempre estaba listo. Lo único que pidió fue plata para comprarse un pedazo de alfombra. ¿Cómo le íbamos a decir que no?
Todo estaba listo. Y por muy poca plata.

También terminamos las últimas pruebas de cámara con Rodrigo Peralta haciendo al personaje de Juan Florero y con Marco Antonio González quien haría al contador de Lars Owenson.

¿Y quién haría a Lars Owenson? No lo sabíamos. Habíamos buscado por todas partes y no encontramos al actor que necesitábamos. También nos faltaba el jefe de la mafia china… todavía.
Estábamos a viernes. El rodaje comenzaba el martes siguiente.

De pronto, llama Max Meriño. Nos dice que acaba de llegar desde el extranjero un amigo de él que es actor y que calzaba con el perfil de Lars Owenson. Nosotros le preguntamos “¿Y tiene acento extranjero?”. Max nos dijo que sí.


Llamamos a Peter Kozak ese mismo día. Amablemente nos dijo que estaba muy dispuesto pero que quería reunirse con nosotros.

Nos juntamos con él al día siguiente. Y aprovechamos de ir con Gina, la vestuarista, para ver inmediatamente qué podíamos sacarle del clóset.

Peter resultó ser muy amable y aceptó trabajar con nosotros.

Necesitábamos sacarle unas fotos que parecerían en la película así que Peter se puso una chaqueta, fuimos a la calle, le pasamos el guión y le sacamos unas fotos como si fuera un ejecutivo. Después una amiga se encargó de cambiarle el fondo por unos edificios.


Ahora sólo faltaba el jefe de la mafia china. Estábamos realmente preocupados.
Nuestro profesor guía de la tesis nos decía “El director tiene que meterse en su burbuja, y no salir de ahí. Que nadie lo moleste”.
No podíamos hacer eso. Casi nadie en esta película podía preocuparse sólo de su cargo. Había que hacer de todo.

¿De dónde íbamos a sacar a un jefe chino? Quien sabe…


(si estás en facebook no podrás ver el video, debes ingresar a excaliburcine.blogspot.com)

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