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lunes, 9 de agosto de 2010

MARCELO, LA MAFIA Y LA ESTAFA: Historia de la Mafia, parte 19

Segunda semana.
Partimos grabando en el Golfo Di Napoli. Partimos tarde, pero partimos.

El dueño, Don Vincenzo, nos había insinuado antes que él podría hacer algún personaje, tal vez el cocinero de los mafioso, que incluso podría estar haciendo una pizza durante una escena.
Le dijimos que podría interpretar a un cliente del restaurante que es echado por los mafiosos.

Al momento de filmar, le dijimos a Vincenzo que sólo tenía que alegar un poco porque lo estuvieran echando. Empezamos a grabar y Vincenzo se pone a hablar en italiano quejándose todo el rato de cómo era posible que lo echaran. Se puso a inventar diálogos y todo.

Como partimos tarde, estábamos atrasados. Se le preguntó al equipo técnico si alguien se oponía a que extendiéramos la jornada. Todos quedaron en silencio. Obviamente si alguien se oponía iba a quedar como el mala onda del equipo. Así que para la otra, mejor preguntarles por separado.

Al día siguiente nos íbamos al sitio baldío donde se grababa la escena final.
Necesitábamos a casi todos los actores para esa escena (cerca de veinte), así que lo más difícil fue acomodar los planos a los horarios que cada uno tenía.

Al iniciar cada jornada, Lacri, el asistente de dirección, nos decía: "Hoy viene este actor, este otro llega a las 12, este otro se va a las 3, este otro se va a las 6", etc. Así que en base a eso ordenábamos los planos.

El problema era cuando había que hacer un plano con dos actores al mismo tiempo, pero uno de ellos llegaba a las 3 de la tarde y el otro tenía que irse a las 12 del día. ¿Qué hacíamos? Usábamos un doble. A veces era Panchovens, el asistente de producción, pero la mayoría de las veces usábamos a Martín, el asistente de arte. ¿Por qué? Porque a menudo estaba desocupado al momento de tirar el plano.
Obviamente no le gustaba hacer de doble, pero igual lo hacía.

A veces mirábamos el montón de autos que había estacionado en el sitio y pensábamos “esto parece superproducción”.
Efectivamente sólo lo parecía.

Faltaba gente en producción porque tres de los cuatro que había, pasaban casi todo el día yendo a buscar y a dejar actores.

A veces Lacri tenía que hacer labores de producción.

Como era Septiembre, a veces estaba soleado y a veces estaba nublado. A veces corría viento. A veces había neblina. Así que había que estar a merced del tiempo.
Pero el rodaje recién había empezado y en general iba bien.
Al menos hasta ese momento.



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